Descubre Nuestra Reserva

NUESTRA HISTORIA

En el año 2010, alrededor de 90 pingüinos rey (Aptenodytes patagonicus) llegaron sorpresivamente a la costa fueguina. Instalados en el sector de Bahía Inútil, empezaron a cambiar de plumas y realizar intentos reproductivos. Estos ejemplares llamaron la atención por su belleza y porte, sin embargo, la falta de conocimiento generó que las personas que pasaban por el sector querían tocarlos y tomarse “selfies” con ellos. Esto provocó que del grupo inicial, solo ocho pingüinos permanecieran en el lugar.

Es por esto que nuestra fundadora, Cecilia Durán, tomo la misión personal de proteger a estos ocho pingüinos rey. Junto al biólogo marino Alejandro Kusch, establecieron las primeras medidas de conservación, con el fin de concientizar a la comunidad sobre la importancia de la presencia de esta especie en Tierra del Fuego.

Con el transcurso de las semanas, esta iniciativa privada de conservación llamó la atención de biólogos, arqueólogos, médicos veterinarios y personas vinculadas al turismo, los que se unieron a la misión de Cecilia, lo que permitió sentar las bases para la protección del pingüino rey y la preservación de los sitios arqueológicos en Bahía Inútil.

A mediados de 2011, abrimos oficialmente con el nombre de “Parque Pingüino Rey”. Desde entonces, ha aumentado paulatinamente esta población con dos hitos importantes de esta colonia: el nacimiento de los primeros polluelos en 2013 y la independencia del primer polluelo en 2015.

En 2020 cambiamos de nombre a Reserva Natural Pingüino Rey, con el fin de incorporar formalmente más enfoques de conservación. Actualmente el “Proyecto de Conservación de la Biodiversidad y Vestigios Arqueológicos de Bahía Inútil” considera la protección y estudio de flora, fauna y arqueología. Con la incorporación de energías renovables, uso de productos biodegradables y gestión de residuos esperamos contribuir a la disminución de la huella que dejamos los humanos.

Te invitamos a conocer nuestra iniciativa de conservación privada y a conectarse con este maravilloso territorio, Tierra del Fuego.

Nuestro Espíritu

Implementar nuevas investigaciones y métodos de estudio para poder conocer en detalle la flora y fauna en Bahía Inútil, así otorgar a nuestros visitantes mayor vivencia en el lugar. Con ello, generar redes educativas juntos a actores de conservación de la Región de Magallanes, promoviendo el aprecio por el patrimonio natural y cultural que nos rodea. Implementar nuevas investigaciones y métodos de estudio para poder conocer en detalle la flora y fauna en Bahía Inútil.

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¿Quiénes Somos?

Imaginen por un momento lo siguiente: que de un día para otro un grupo de pingüinos decide visitar el patio de tu casa y quedarse ahí. Eso le pasó a Cecilia y su familia. La pregunta siguiente para ellos fue: ¿Qué hacemos ahora? Afortunadamente, una fue la respuesta: Tenemos que protegerlos.

Nuestra fundadora habla con convicción, con la claridad que dan años de trabajo en un proyecto que comenzó como un sueño en 2010, cuando el Pingüino Rey se estableció en Tierra del Fuego, específicamente en Bahía Inútil. Desde entonces, la colonia ha mostrado un paulatino aumento, gracias a la protección de dicho asentamiento.


“La familia de mi marido se ha dedicado a la ganadería desde la década del ‘60, desarrollando esta actividad de forma habitual en Tierra del Fuego. Hace 10 años empezamos a observar la presencia del Pingüino Rey, lo que atrajo la presencia y curiosidad de terceras personas. Estas personas provocaron nuestra primera reacción, lo que se transformó con el tiempo en un proyecto para proteger a los pingüinos, recuerda Cecilia, quien comenta que con el paso del tiempo se fueron implementando técnicas y procedimientos que permiten la convivencia del turismo y la conservación, proceso que implica estar permanentemente resguardando el hábitat del Pingüino Rey en Bahía Inútil.


Sobre qué hubiese pasado con los pingüinos de Bahía Inútil sin esta protección, Cecilia es categórica: “Simplemente, no estarían. La presencia de terceras personas era manifiestamente dañina para la especie con conductas totalmente inapropiadas”. Respecto a que ha implicado para la familia emprender este proyecto, señala que, en primer lugar, un gran esfuerzo personal, ya que se trata de una actividad un poco ajena a la ganadería. “Día a día es bastante complejo, pero a la larga se alcanza una importante satisfacción familiar al apreciar que nos hemos ido adaptando, con bastante reconocimiento, a esta nueva realidad”.


Ante la consulta sobre qué siente al ver hoy a la Reserva Natural Pingüino Rey, Cecilia no duda: “Mucha satisfacción”. Y agrega que no sólo se ha protegido a los pingüinos, si no que existe en el área una importante presencia de restos arqueológicos y de flora nativa, además de una diversidad de aves y especies marinas, que hacen un conjunto de vida natural que se trata de conservar de la mejor manera posible, destinando para ello gran parte de los recursos que ingresan a la Reserva. 


Finalmente, envía un mensaje a quienes desean visitar el Parque Pingüino Rey: “Esto es único, al menos en Tierra del Fuego, por lo tanto, es digno de conocer y valorar”.

“Esto es único, al menos en Tierra del Fuego,
por lo tanto, es digno de conocer y valorar”.

Cecilia Durán, Fundadora Reserva Natural Pingüino Rey.

TIERRA DEL FUEGO

Tierra del Fuego. “Tierra de los Fuegos o “Tierra de los Humos”, como la llamó inicialmente Hernando de Magallanes, en 1520, al divisar a los lejos decenas de fogatas encendidas por los Selk'nam. Tierra del Fuego, territorio enigmático. Tierra hermosa e inhóspita. Visitarla es adentrarse en su rica historia y en un clima predominante de bella adversidad: viento, lluvia y nieve.

Hoy, la Isla Grande de Tierra del Fuego es compartida por Chile y Argentina. En el área chilena, Tierra del Fuego es una provincia con 22.593 km² de superficie y cerca de 9 mil habitantes. Su capital es la ciudad de Porvenir. Es en esta tierra donde el Pingüino Rey decidió establecerse. Específicamente en Bahía Inútil.

Bahía Inútil se ubica en la costa occidental de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Su nombre le fue dado en 1827 por el capitán Phillip Parker King, quien comprobó que la bahía no ofrecía posibilidades “ni de anclaje ni de refugio, ni de cualquier otra ventaja para el navegante”. De ahí lo de “Inútil”.

Durante la última glaciación, existieron grandes glaciares que cubrían completamente la bahía. Actualmente, es una extensa bahía bordeada de costas planas, con un camino costero.

Bahía Inútil es un área de reconocido valor arqueológico en Tierra del Fuego, con ocupaciones humanas que se remontan a 6.000 años. La mayor densidad de sitios arqueológicos de la zona se concentra en la costa, contabilizando un total de 62 en toda Bahía Inútil, 12 de ellos en el área del Reserva Natural Pingüino Rey.

En este escenario histórico y geográfico de Tierra del Fuego vive hoy protegido, como se merece, el Pingüino Rey.